Un despido improcedente es aquel en el que el empleador decide poner fin a la relación laboral sin justificación legal suficiente o sin seguir el procedimiento adecuado. En España, la legislación laboral establece que un despido puede ser considerado improcedente cuando no se puede demostrar una causa justa o válida para rescindir el contrato de trabajo.

Cuando un despido se declara improcedente, el empleador puede enfrentar diversas consecuencias, como la obligación de readmitir al trabajador en su puesto o el pago de una indemnización. La indemnización en caso de despido improcedente varía según el tipo de
contrato y la antigüedad del trabajador:

  • Para contratos suscritos después del 12 de febrero de 2012, la indemnización por despido improcedente será de 33 días de salario por año trabajado, con un límite de 24 mensualidades. Este cálculo aplica también al periodo trabajado a partir de esa fecha, aun cuando el contrato fuera anterior a la misma.
  • Para contratos suscritos antes del 12 de febrero de 2012, la indemnización será de 45 días por año trabajado con un máximo de 42 mensualidades.