Si ya ha finalizado tu prestación por desempleo y no has encontrado un nuevo trabajo, debes saber que existen una serie de recursos a los que puedes acceder en función de tus circunstancias:
- Renta Activa de Inserción o RAI: dirigido a aquellas personas que no tienen derecho a la prestación por desempleo ordinaria ni al subsidio por desempleo.
- Subsidio por desempleo: dirigido a las personas que han agotado la prestación contributiva y tienen cargas familiares.
- Subsidio para mayores de 45 años, dirigido a personas que han cumplido esta edad y han agotado la prestación ordinaria por desempleo, pero no tienen responsabilidades familiares.
- Subsidio para mayores de 52 años, dirigido a personas con esta edad o superior que han agotado la prestación contributiva y cumplen una serie de requisitos específicos.
- Subsidio extraordinario por desempleo, dirigido a las personas en desempleo total. He de contratar una persona, ¿qué tipo de contrato he de hacer y cuánto me costará?
La elección del tipo de contrato que debes hacer para contratar a una persona depende de varios factores, como la naturaleza del trabajo, la duración del empleo y las circunstancias específicas de tu empresa. Los contratos de trabajo pueden ser de diferentes tipos y cada uno tiene distintas implicaciones legales y costes asociados. Algunos de los tipos de contrato más comunes son:
- Contrato indefinido: no tiene una fecha de finalización específica.
- Contratos fijos discontinuos: Solo trabajan por temporadas a la empresa, dicho contrato tiene que estar contemplado en el Convenio Colectivo del sector al que pertenezca la empresa.
- Contrato temporal de sustitución: contratas a una persona que sustituye la maternidad/paternidad o la I.T. del trabajador que está de baja.
- Contrato de formación y aprendizaje: Es un contrato destinado a mejorar la cualificación profesional del trabajador.
- Contrato a tiempo parcial: el empleado trabajará menos horas que un empleado a tiempo completo.
- Contrato en Prácticas: dirigido a empleados que acaban de terminar su formación y están adquiriendo experiencia laboral.
En cuanto a los costes, los más importantes son el salario y las cotizaciones a la Seguridad Social, pero además tendrás que tener en cuenta otros costes asociados, como las posibles indemnizaciones por despido y otros beneficios laborales que pueden variar según el tipo de contrato y la legislación vigente. Además, debes cumplir con las obligaciones fiscales y de Seguridad Social como empleador.
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